En el día de
Entre rones y reagetones me destruí.
Una entrada simbólica, con un 8 de noviembre ví.
Las ninfas, amigas de mi amiga, me dejaron ahí.
A una su cuerpo conocí y, a la otra, su vicio percibí.
En casa Adobe, 250 años de aquello esperaban por mí.
La amistad en el carrete tiene un sabor de anís:
Mecánico y de meretriz.
2 comentarios:
¿QUÉ HICISTE, VIEJO?
NOS MUY ALENTADOR ESTE POEMILLA.
¿QUÉ FUE DE TU FUERZA?
LAMENTABLE, PERO PERFECTAMENTE COMPRENSIBLE.
TRISTEZA.
Estimado Compañero Digital:
Estamos en la bajada de la ola, ya. El Tsunami que me anunciabas llegó y con ello ya podemos decir que todo lo que nos sucede, está bien establecido desde otro orden.
Podrán borrarnos del mapa físico y también del digital; no obstante, todavía nos esperan muchas instancias para saber a que hemos venido en este tiempo y espacio.
Lo mejor que puedo rescatar de aquel día es la última frase.
“La amistad en el carrete tiene un sabor de anís:
Mecánico y de meretriz.
Atte.
HSQO
CIO ij
Publicar un comentario