Yo: Mientras más trata de imponerse el "orden", más cunde el pánico. Lo malo es que, para "salir a flote", el mensajero deforma el mensaje y esa deformación, a veces es crítica. ¿Cachai el mecanismo del mal de las “vacas locas”?
Resulta que, no siendo una enfermedad infectocontagiosa propiamente tal, se comporta de la misma forma. Se trata de una proteína “deforme”, comúnmente llamadas prión, que está encargada de formar las membranas celulares. En la práctica, es como si los ladrillos de tu casa tuvieran un “cachito” que les impidiera encajar perfectamente unos con otros. ¿Imaginas semejante problema?
El asunto es que dicho prión se replica al interior de la célula y salen más ladrillos fallados, los cuales, al no cerrar las paredes celulares, permiten que los fluidos internos y externos a las células se intercambien, igual que una pared llena de hoyos.
El: uffffffffff
Yo: Con la mayoría de las células eso no es gran cosa, porque está previsto en el ADN que duren menos que un candie y se reemplazan a medida que mueren. Pero con las neuronas, las niñas mimadas del sistema, es otro mundo.
El: por eso se vuelven lokas
Yo: Ellas dependen del más completo aislamiento del interior con respecto al exterior, ya que la transmisión del impulso eléctrico se debe a que dentro de ella hay iones de sodio y en su exterior las rodean iones de potasio, negativo y positivo del circuito eléctrico-químico de nuestro sistema nervioso.
Al existir estos hoyos, se mezclan los iones, impidiendo la sinapsis primero, para luego “explotar” las neuronas. No es que se vuelvan locas, sino más bien un Alzheimer al cubo. Al no tener neuronas que controlen sus músculos, estos dejan de funcionar correctamente y por eso “arrastran el poto”, incontinencia y hacen “puras hueás”.
El: chaaaaaaaaaa
Yo: ¿Cuál es el punto de esta larguísima exposición? Que la diferencia bioquímica (el “cachito”) entre la proteína buena y el prión es infinitesimal, por eso que el cuerpo no reconoce como “malo” al prión. Resulta que el sistema inmunitario reconoce un “bicho malo”, justamente porque las proteínas de sus membranas son “raras”. Pero el prión, por ser una sola proteína y no una larga cadena de ellas, pasa piola. Es decir, basta una pequeña diferencia entre La Verdad y la verdad que sale en la tele, para que los que no tienen un sistema inmune de lujo, terminen igual que las pobres vaquitas: muertos. Por eso es que, si bien reconozco el gran aporte que están haciendo esas tres series (Avatar, Héroes y Lost), siempre hay que estar en guardia.
Porque las pequeñas diferencias son las que hacen LA diferencia.
El: chaaaaaaaaaa
Yo: Para terminar con la alegoría del síndrome del cerebro espongiforme (con forma de esponja), más conocido como las “vacas locas”, debo hablarte de su formas de contagio y progreso.
La enfermedad se originó en unas cabras, donde el prión no era tan letal. Por eso no se dieron cuenta a tiempo. Aquí viene lo monstruoso, industrial. Los huesos de esas cabras fueron molidos y dados como suplementos de calcio a las vacas en Inglaterra y Francia. De ahí el contagio. Este prión es indestructible, ni la cocción por microondas sirve para eliminarlo, sólo su reducción de la materia orgánica a sus componentes inorgánicos, su destrucción como proteína, nos salva. En la práctica, sólo quemándola, las cenizas pueden ser usadas como fertilizante.
Por eso el contagio principal en humanos fue el comer su carne y beber su leche, pero hubo un famoso caso en Francia que dejó la cagá +1. El mejor coreógrafo (gay), murió del síndrome de cerebro espongiforme, siendo vegetariano. ¿Cómo mierda? La crema que usaba para las “pate gallo” era de placenta, lo que no supo es que era de vaca. El sólo contacto de este prión con la piel lo había matado. Hasta por usar un shampoo podías morir. Por eso ya no se ven los que decían: de placenta. Si lo dicen ahora, viene de China y fue hecho con la placenta y, por qué no decirlo, el mismísimo feto abortado (por el Estado) de una china.
Como en todos lo contagios, mientras más expuesto, más peor. Pero, en teoría, basta con un sólo contacto, pues el prión se “reproduce”, sólo que al ser un sólo contacto, el proceso es más lento. Los expertos estaban discutiendo si el cuerpo podría deshacerse del prión. Hasta donde yo sé, no; porque el “cachito” le permite “agarrarse” con más fuerza, que la proteína normal, al momento de ser recicladas para una nueva célula.
No recuerdo si es un refrán, frase de famosillo o se me acaba de ocurrir: La mentira desplaza la verdad y, una que vez que entra, es muy difícil sacarla. Es tan difícil encontrar a alguien no contaminado y es casi imposible estar inmunizado. La mentira es petróleo cubriendo el mar. Sólo un buzo descubre La Verdad.
Por eso es que, para facilitarte la hueá firmé: AhoraKidad 18.6. Tú eres la 19.13. El asunto es Ahorakì.